Profeta en su tierra y ante su patrona. Julio Alberto levantó los brazos en señal de victoria en la línea de meta situada a pocos metros de la Iglesia de San Pedro donde la patrona de Novelda, Santa María Magdalena, se encuentra desde que comenzaron las fiestas en el municipio.
Fue una de esas grandes victorias que sólo pueden firmar los ciclistas de raza. Parecía que todo lo tenía a su favor Julio Alberto Amores Palacios antes de tomar la salida. Venía de proclamarse subcampeón de España de ciclismo en ruta en el campeonato que se disputó en Ibi, aunque algo cansado después de completar la Vuelta a León. Llegó a Novelda escoltado por once compañeros de su equipo Controlpack-Badia Hortofruits y conocía mejor que nadie el circuito de 35 kilómetros al que habría que dar cuatro vueltas.
Escucha a Julio Alberto Amores antes de comenzar la carrera:
Desde los primeros compases de carrera, se formó una escapada con más de una veintena de corredores, que completaron la primera vuelta con cerca de un minuto de ventaja sobre el pelotón en el que viajaba el ciclista noveldense. La segunda vuelta sirvió para que la ventaja de los fugados aumentase medio minuto más.
En la penúltima ascensión a L’Alcanà, Julio Alberto dijo basta. Sabía que si quería ganar en casa, se lo iba a tener que trabajar él solito. Era el hombre a seguir y el pelotón lo se sabía. Necesitó demarrar varias veces hasta conseguir soltarse del grupo, llevándose consigo a algunos ciclistas. En el paso por meta tras la tercera vuelta, Amores ya estaba con el grupo delantero que había crecido hasta llegar a unas treinta de unidades. Eso sí, el pelotón ya les respiraba en la nuca al bajar la diferencia a cerca de treinta segundos.
Sonaba la campana indicando que comenzaba la cuarta y la última vuelta. Era la hora de la verdad y donde cada ciclista se iba a dejar sobre el asfalto hasta la última gota de sudor. Los kilómetros, el viento y el cansancio fueron pasando factura a los integrantes de la escapada del día reduciendo el ramillete de aspirantes a la victoria hasta doce candidatos.
Los más atrevidos probaron suerte. Julio Alberto los vigilaba y se encomendaba a su poderoso golpe de pedal para jugársela en el sprint que se antojaba inevitable. El esfuerzo que había hecho para contactar con los escapados no le otorgaba muchas más opciones de triunfo. Y el noveldense, no falló. Su experiencia le valió para tener la cabeza fría y arrancar en el momento justo para poderse permitir el lujo de cruzar la meta con los brazos en alto. Sólo un «superclase» podía firmar un triunfo así y Julio Alberto Amores lo hizo en casa y ante los suyos.
Escucha a Julio Alberto Amores instantes después de cruzar la meta:
La Unión Ciclista Novelda cumplió con creces con la organización de una prueba que quedará para el recuerdo de todos los aficionados al ciclismo y al deporte en general.
Escucha a Juanjo Alberola, presidente del club organizador:
CLASIFICACIONES DEL LXIV TROFEO SANTA MARÍA MAGDALENA
GALERÍA DE IMÁGENES